TEMAS 10-11: LA
LITERATURA RENACENTISTA
1
1. EL
SIGLO XVI
1.1.
La sociedad del siglo XVI
Durante
el siglo XVI el capitalismo sustituyó al feudalismo en muchos lugares de
Europa. El campesino medieval, que pagaba al señor con parte del fruto de su
trabajo, es reemplazado por el obrero que trabaja por un salario. El trabajo de
los hombres se transforma en mercancía que se compra y se vende. El dinero se
convierte en la fuerza que todo lo puede. Este cambio supuso una auténtica
revolución en la mentalidad de las gentes:
-
Auge de las ciudades, donde es más fácil que circule el dinero.
-
Auge del comercio.
El
sistema feudal se desmorona poco a poco. Los reyes incrementan su poder
político. La aristocracia se acomoda a los nuevos tiempos e imita a la
burguesía que es la nueva clase social
cuyos valores va a adoptar la sociedad.
Todas
estas transformaciones se producen con fuertes conflictos: revoluciones de
campesinos, guerras entre las nuevas naciones, aparición del protestantismo,
etc.
1.2.
España en el siglo XVI
España
fue un país muy poderoso durante el siglo XVI, dueño de un extenso imperio. Pero la política imperial y las continuas guerras
exteriores acarrearon cuantiosos gastos que no se compensaban ni con las
riquezas procedentes de América.
La
vida en España era difícil y abundaban los mendigos y los vagabundos, como se puede
comprobar en el Lazarillo de Tormes.
La nobleza seguía ocupando el rango más alto en el escalafón social, pero había
grandes diferencias entre la alta nobleza (que conservaba todos sus
privilegios), los caballeros y los hidalgos. Todos ellos gozaban del privilegio
de no pagar impuestos y, por esta razón, los burgueses y funcionarios aspiraban
a conseguir al menos la categoría de hidalgo.
Uno
de los grandes problemas sociales de España era el de las minorías religiosas de judíos y moriscos. Gran parte de ellos
abandonaron España tras el decreto de expulsión, los que quedaron se
convirtieron en conversos que, en ocasiones, seguían practicando su religión en
secreto. Los conversos o cristianos
nuevos fueron discriminados por los cristianos viejos y muchas veces fueron
perseguidos por la Inquisición.
Con
el valor de la limpieza de sangre se relacionaba el sentimiento de la honra, que consistía en la apreciación
pública de los méritos de una persona.
La amenaza de deshonra exigía una vigilancia constante y, en caso de
producirse, se justificaba el recurso a la violencia.
Teniendo
en cuenta la diferente situación política y cultural de los reinados españoles
durante este siglo, se suelen distinguir dos épocas:
1) Reinado de Carlos V (1517-1556): España está abierta a Europa y a sus líneas
ideológicas y vitales. Se generalizan el conocimiento y la imitación de los
modelos grecolatinos; hay una gran preocupación religiosa.
Destacan
tres géneros fundamentalmente:
• La lírica:
La influencia italiana, introducida por
Juan Boscán llega a su perfección
con Garcilaso de la Vega (Églogas,
Sonetos, Canciones). Cristóbal de Castillejo sigue cultivando la lírica
tradicional.
•
La prosa narrativa: Se siguen
publicando libros de caballerías como el Amadís
de Gaula. Aparece la novela picaresca con el Lazarillo de Tormes.
• El teatro: Es
un género cultivado desde fines del siglo XV.
vida
refleja un tono vital y optimista.
2) Reinado de Felipe II (1556- 1598):
España se cierra frente a Europa para
evitar influencias de la Reforma protestante. La Contrarreforma marca una etapa
de esplendor de la literatura ascética y mística.
En
esta época, el vitalismo de la primera va adquiriendo paulatinamente un tono
grave y un definitivo carácter nacional. Tenemos claros ejemplos en:
•
La lírica: Destacan Fray Luis de
León y San Juan de la Cruz.
• La prosa narrativa:
La novela pastoril, la novela morisca y las obras de Miguel de Cervantes.
• La prosa didáctica:
Obras ascéticas y místicas de Teresa de Jesús, Fray Luis de León y de Juan de la Cruz.
•
El teatro: Sigue la corriente
tradicional. Lope de Rueda será el
creador del teatro popular con sus famosos Pasos
Hay
que recordar, no obstante, que la mayoría de la población seguía siendo
analfabeta y era corriente la lectura en voz alta en grupo, sobre todo de los
libros de caballerías. En el medio rural se mantenía la literatura oral
(canciones, romances) y alguna vez se podían ver espectáculos teatrales. Los
grupos alfabetizados se encontraban en las ciudades entre aristócratas,
eclesiásticos y burgueses.
1.3.
El Renacimiento
El
término Renacimiento define el
periodo cultural y social posterior a la Edad Media, cuando renace el interés
por los autores griegos y latinos. La cultura, las letras y las ciencias son
una necesidad de los tiempos, favorecen el desarrollo comercial y son muy
útiles para el gobierno de los Estados. Así los reyes conceden privilegios a
las Universidades porque cumplen una función imprescindible: en ellas se forman juristas, médicos, etc.
1.3.1. El Humanismo
El
movimiento cultural más característico del Renacimiento es el Humanismo.
Partiendo de una frase del poeta latino Terencio:
Soy un hombre: nada de lo humano considero
ajeno, se afirma la posición central
que el hombre ocupa en el cosmos, hasta el punto de ser él mismo un
microcosmos, un ser en que todo el universo está reproducido en miniatura.
El Humanismo declara inválidas para las
necesidades humanas el sistema de valores vigente en la Edad Media, descubre en
el mundo clásico un pensamiento, un
arte y una literatura centrados en lo
humano.
Desde esta nueva sensibilidad se trata de
restaurar la cultura de la Antigüedad greco-latina, para lo cual vuelven a poner
en circulación los textos escritos que habían sido ignorados o mal entendidos
en el periodo medieval.
Se
abandona la idea medieval del mundo como un valle de lágrimas. La naturaleza es ahora sentida como un
lugar de goce, elemento natural del hombre, que debe disfrutar de ella. De ahí
el tema tópico renacentista: Carpe Diem! con el que los poetas
incitaban al hombre a aprovechar la vida con todos sus placeres. La naturaleza
es ahora también modelo de belleza.
1.3.2. Características básicas del
Renacimiento:
a) Culto a la a antigüedad clásica
Se
tomaron de la antigüedad clásica modelos y formas de vida. El mundo clásico descansa sobre una concepción antropocéntrica y materialista
de la vida, y su conocimiento supuso el descubrimiento del hombre, de sus
instintos y su razón, y de la vida material con sus placeres y belleza que
habían sido desterrados del medievo.
b)
Antropocentrismo
Ante
a la actitud teocéntrica del hombre medieval, el renacentista se sitúa en el centro del mundo. El renacentista se
siente capaz de dominar el mundo (los descubrimientos geográficos y científicos
demostraban la naturaleza al alcance del conocimiento humano), de controlar su
propia existencia.
Esta
nueva visión del hombre dio lugar al
concepto del cortesano: hombre que
desarrollaba por igual sus facultades físicas y espirituales y armonizaba el
dominio de las armas y de las letras con las buenas maneras cortesanas.
d) Nuevo concepto de belleza
La
belleza se basa en la armonía, el equilibro, la contención y la serenidad:
herencia del mundo clásico.
2. LA
POESÍA RENACENTISTA. RENOVACIÓN DE TEMAS Y FORMAS
2.1.
Temas
a) AMOR
El
tema habitual de la poesía renacentista es el amor: los poetas conciben ahora el amor como una virtud que hace mejores a
los seres humanos. La contemplación de la belleza femenina le permite
llegar al conocimiento de la Belleza Absoluta. La mujer se idealiza como
reflejo de la belleza divina y es descrita mediante metáforas y comparaciones
basadas en los elementos de la naturaleza.
Pero el amor se presenta también como un
intenso anhelo insatisfecho, fuente de melancolía y tristeza.
Tópico más frecuente vinculado con
el amor: Carpe diem
Carpe
diem (Disfruta
cada día), el poeta anima a una mujer joven y bella
a que aproveche la juventud y la belleza mientras estas duren, ya que el tiempo
de los placeres es muy breve. Se identifica la juventud y la belleza con las
estaciones (la primavera es la juventud, el otoño o el invierno, la vejez) o
con las flores, en especial la rosa, cuya belleza dura poco.
b) NATURALEZA
La
Naturaleza, olvidada durante la Edad Media, aparecerá en el Renacimiento
bellamente estilizada como reflejo de la Belleza divina y como marco de
incidencias amorosas, en armonía y reposo, que contrasta con su agitado espíritu.
En
la descripción de la naturaleza se sigue el tópico del locus amoenus (lugar
agradable), procedente de Virgilio, que describe una naturaleza ideal, armónica
y reposada, con unas características fijas: arboleda, sombras, corrientes de
aguas cristalinas, flores, serenidad climatológica, prados de hierba fresca…
Y
el de Beatus ille (Feliz aquel) muestra la añoranza de
la vida apartada del mundo, generalmente en contacto con la naturaleza, lugar
apropiado para encontrar la paz y la armonía.
c) MITOLOGÍA
Los
mitos sustituyen a las alegorías de la Edad Media y son utilizados en función
de temas no mitológicos, como símbolos de las fuerzas de la Naturaleza y de la
pasión amorosa.
d)
RELIGIÓN
La
paganización propia del primer Renacimiento se transforma en religiosidad en
época de Felipe II. Los temas siguen siendo el amor y la naturaleza, pero, ahora, los escritores
ascéticos y místicos los divinizan y los aplican a la exaltación del sentimiento
religioso.
3.
PRINCIPALES POETAS RENACENTISTAS
3.1.
Garcilaso de la Vega
A Garcilaso se le
puede considerar como el definitivo adaptador de las formas italianas,
introducidas por su amigo Juan Boscán.
3.1.4.
Obra
Las Églogas
condensan toda la riqueza de su mundo poético y donde su sinceridad se aproxima
a la confidencia, pese al convencionalismo de la tramoya pastoril. Las tres
Églogas fueron compuestas durante su estancia en Nápoles y son composiciones
líricas en las que unos pastores exponen sus quejas amorosas en un entorno
idealizado (locus amoenus).
Los treinta
y ocho sonetos de Garcilaso desarrollan básicamente el sentimiento
amoroso. Garcilaso habla del amor que siente por una
mujer, Elisa, que es la inspiradora de la mayor parte sus versos. Está imitando
en esto a Petrarca, cuya amada se llamaba Laura: ambos, Garcilaso y Petrarca,
muestran su melancolía y analizan los sentimientos provocados primero por el
amor no correspondido y luego por la muerte de la amada.
3.1.5.
Estilo de Garcilaso
El estilo de
Garcilaso responde a los ideales renacentistas de naturalidad y elegancia. Su
lenguaje es sencillo y el tono de su poesía es dulce, triste y melancólico,
como revelan los adjetivos antepuestos,
uno de los rasgos más característicos de su estilo: dulces prendas, dulce nido, triste canto, triste y solitario día, cansados años… A este
tono contribuye también la novedosa
métrica, con predominio del endecasílabo, verso muy musical por la
combinación de acentos y rimas; musicalidad a la que contribuyen también las
aliteraciones, los hipérbatos, etc.
3.2. Fray Luis de León (1527-1591)
Fray
Luis de León es uno de los mayores poetas de todos los tiempos.
Los
temas de sus poemas son la naturaleza, la añoranza del campo y de la
vida tranquila, el gusto por la noche y por la música
3.3.
La mística española: San Juan de la Cruz
3.3.1.
La mística española
Existen en la segunda mitad del siglo
XVI y en el XVII dos variedades de literatura religiosa:
a) La ascética
(etimológicamente, ejercicio), que trata del esfuerzo que el hombre ha de
realizar para alcanzar la perfección moral y acercarse a Dios.
b) La mística (etimológicamente,
sabiduría secreta), que intenta describir el don gratuito que Dios concede a
algunas almas al fundirse con ellas y llenarlas de su amor. El proceso místico
por el que el alma se funde con Dios atraviesa tres fases o vías:
- Vía purgativa: por la
cual el hombre se libera del pecado mediante la penitencia y la práctica de la
virtud.
- Vía iluminativa: mediante
la cual el alma se somete a Dios, renuncia a la razón y a la inteligencia
humanas y recibe una sabiduría especial que la ilumina. La culminación de la
unión mística es el éxtasis, que supone la anulación total de los sentidos y un
sentimiento tal de felicidad y gozo que es inefable, no puede expresarse con
palabras.
- Vía unitiva: que supone
la fusión, la unión mística entre el alma y Dios.
Las dos primeras son comunes a
ascetas y místicos; a la tercera sólo llegan almas privilegiadas, los místicos,
por una gracia especialísima de Dios.
Las figuras más representativas de la
mística española son Teresa de Jesús y Juan
de la Cruz.
4.
LA NARRATIVA RENACENTISTA
En el siglo XVI, los relatos todavía
suelen ser cortos y se incluyen dentro de otras obras, sin tener autonomía. No
se puede hablar de novela en el sentido moderno.
4.1. Los libros de pastores o novelas pastoriles
Las novelas pastoriles presentan la
vida rústica en una naturaleza idealizada en donde se desarrollan historias de
amor entre pastores. Cervantes escribió La
Galatea y algunos episodios del Quijote
recrean el mundo pastoril. Lope de Vega escribió La Arcadia.
4.2. Las novelas moriscas
En un ambiente exquisito, se produce
en ellas la idealización del moro, de forma parecida a la idealización de los
pastores en las narraciones pastoriles.
La primera novela morisca es la breve
Historia del Abencerraje y de la hermosa
Jarifa, de autor desconocido.
4.4.
Las novelas picarescas: Lazarillo de
Tormes
4.4.4. Argumento
Lázaro, un personaje de baja clase
social, nacido en una aldea próxima a Salamanca, hijo de padres sin honra,
cuenta su vida, en primera persona, por medio de una carta, a un noble y desconocido señor, a quien se
dirige en el prólogo con el tratamiento de “vuestra merced”, para explicarle los detalles de un “caso”,
que no es otro que la explicación de los
rumores sobre las posibles relaciones de la mujer de Lázaro con el Arcipreste
de San Salvador. Para ello, Lázaro habla de su vida desde su nacimiento y
cuenta cómo, desde niño, sirve sucesivamente a un ciego astuto y miserable, a
un clérigo avaro, a un escudero pobre y preocupado por su honra, a un fraile de
la Merced, a un farsante vendedor de bulas y a un alguacil. La novela termina
cuando Lázaro, a los veintitantos año y en Toledo, se casa, de modo deshonroso,
con la criada del Arcipreste de San Salvador. La gente murmura que la boda ha
sido un “apaño” y que la mujer de Lázaro es la amante del Arcipreste. Aunque
Lázaro lo niega todo, ciertas afirmaciones suyas no dejan lugar a dudas, y él
justifica su vida actual porque en ese momento él se encontraba “en mi prosperidad
y en la cumbre de toda buena fortuna”.
4.4.5. Estructura
La
novela es un relato de corta extensión escrito en forma autobiográfica, que se
desenvuelve de manera lineal: una sucesión de episodios generalmente inconexos
y solo unidos por la existencia de un protagonista común: el pícaro.
El Lazarillo
consta de un prólogo donde se indica que toda la novela es una carta dirigida a
“vuestra merced” y siete capítulos a los que el autor denomina “tratados”.
La
novela es una dura crítica de la
sociedad de su tiempo, tanto que los comportamientos de los personajes, siempre
hipócritas e interesados, como del sistema social que los obliga a ser así.
5. MIGUEL DE CERVANTES
(1547-1616)
5.3.
El Quijote
5.3.1. Edición de la obra
La novela más
célebre de Cervantes se publicó en dos partes:
a) Primera parte. Apareció en 1605 con el
título El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; consta de un
prólogo, de poemas burlescos iniciales y finales y de cincuenta y dos capítulos
agrupados en cuatro partes.
b) Segunda parte. Se publicó en 1615, con
un cambio en el título: El ingenioso caballero don Quijote de la
Mancha; se compone de un prólogo y de setenta y cuatro capítulos, sin
división en partes.
Un año antes, en
1614, había aparecido el Segundo tomo del ingenioso hidalgo don
Quijote de La Mancha, firmado por Alonso Fernández de Avellaneda. En el
prólogo de este Quijote apócrifo se
insultaba a Cervantes; éste respondió en el prólogo de la segunda parte de su
libro, e incluyó, dentro de la ficción misma, numerosas referencias a la
falsedad de la novela de Avellaneda.
5.3.2. Estructura de la novela
La materia
narrativa se encuentra dividida en las dos partes en que está escrito el Quijote, pero la estructuración del
relato está determinada por las andanzas de don Quijote: las salidas de su casa
y de su pueblo por tierras de La Mancha, Aragón y Cataluña en busca de
aventuras.
El Quijote
desarrolla una acción principal organizada en tres salidas: la primera y la segunda se narran en la primera
parte; la tercera abarca toda la segunda parte.
El esquema narrativo básico de cada salida
es el siguiente:
a) Salida de la aldea: La primera vez don
Quijote deja su casa solo; en las otras dos le acompañará su fiel escudero
Sancho Panza; en los preliminares de la tercera salida aparece el bachiller
Sansón Carrasco, que irá en su busca y le causará su última derrota.
b) Serie de aventuras: Las aventuras del
caballero se suceden también de un modo semejante: don Quijote se enfrenta con
la realidad porque la percibe deformada (molinos= gigantes) y fracasa, además
de recibir con frecuencia golpes y palos. En la tercera salida hay un cambio:
el protagonista ya no se equivoca, sino que los demás desfiguran la realidad
por su conveniencia o para divertirse a su costa.
c) Regreso a la aldea: Las tres salidas
concluyen con el regreso a casa de don Quijote: las dos primeras, en
condiciones penosas; la última, para morir.
El camino desempeña un papel fundamental,
pues favorece el encuentro con personas de todo tipo y estrato social. Los
encuentros de los protagonistas con otros personajes originan episodios ajenos
a la acción central, con la cual se relacionan de diverso modo.
Las historias intercaladas destacan por su
variedad formal y responden a los estilos de la narrativa anterior: novela
pastoril, sentimental, morisca, de aventuras y novela corta de tipo italiano.
Cervantes justificó su presencia para que no faltase variedad a su novela, pero
en la segunda no incluyó novelas, sólo algún episodio que enlaza con el eje
argumental.
5.3.3. Argumento
a) Primera parte:
El caballero manchego don Alonso Quijano, llamado por
sus convecinos el Bueno, enloquece leyendo libros de caballerías. Concibe la
idea de lanzarse al mundo, con el nombre de don Quijote de la Mancha, guiado
por los nobles ideales la caballería. Con armas absurdas y un viejo caballo,
Rocinante, sale por La Mancha y se hace armar caballero en una venta que
imagina ser un castillo, entre las burlas del ventero y de las mozas del mesón.
Libera a un muchacho a quien su amo está golpeando por perderle las ovejas
(pero apenas se marcha, prosigue la paliza). Unos mercaderes lo golpean
brutalmente; un conocido lo recoge y lo devuelve a su aldea. Ya repuesto,
convence a un rudo labrador, Sancho Panza, ofreciéndole riquezas y poder, para
que lo acompañe en sus aventuras. Y siempre sale mal parado: lucha contra unos
gigantes que no son otra cosa que molinos de viento; es apaleado por unos
arrieros; da libertad a unos criminales, que luego lo apedrean, etc. Sus
amigos, el Canónigo y el Barbero, salen en su busca y lo traen engañado a su
pueblo, metido en una jaula.
b) Segunda parte:
Don Quijote, obstinado en su locura, sale otra vez
acompañado de Sancho Panza. En sus correrías por tierras de Aragón, llegan a
los dominios de unos Duques, que se burlan despiadadamente de la locura del
señor y la ambición del criado. Mandan a este como gobernador a uno de sus
estados; Sancho da pruebas de un excelente sentido, pero cansado de la vida
palaciega, organizada en son de burla por los Duques, se vuelve a buscar a don
Quijote. Tras constantes aventuras, marchan a Barcelona, y allí es vencido por
el Caballero de la Blanca Luna, que es su amigo Sansón Carrasco disfrazado así
para intentar que don Quijote recobre su cordura. Sansón Carrasco, vencedor, le
impone la obligación de regresar a su pueblo. El caballero, física y moralmente
derrotado, vuelve al lugar y allí muere cristianamente después de haberse
curado de su locura.
5.3.4. Espacio
Se trata de una
novela itinerante. Los personajes de los libros de caballerías iban
constantemente de un lugar a otro sin más leyes que las que les dictara el azar
para sus aventuras. Frente a los espacios fabulosos o fantásticos de los libros
de caballerías, los escenarios de esta novela son reales: os protagonistas se
desplazan por los caminos y pasan
por distintas localidades pero, aunque se citan algunos lugares, no se una información geográfica detallada. Las
descripciones físicas son imprecisas y se limitan a lo más importante.
En la primera parte
los protagonistas recorren La Mancha hasta Sierra Morena; cuando se detienen,
la venta se convierte en un núcleo
espacial, lugar de paso donde se mezcla gente de distintos grupos sociales.
En la segunda
parte, los personajes se desplazan por Aragón y Cataluña y son menos
“andantes”, pasan más tiempo detenidos. El espacio más importante es el palacio de los duques, donde se
relacionan con la alta nobleza, que ha leído la primera parte de la obra y
trama una serie de burlas para entretenerse y divertirse a su costa. Don
Quijote se siente tratado como un caballero y, por primera vez, amo y escudero
se separan.
5.3.5. Tiempo
La narración es cronológica y lineal: el caballero sale
un día de julio de un cierto verano y en ese mismo verano (por licencia
poética, demasiado largo) ocurren las tres salidas y su muerte.
Las alusiones
temporales a lo largo de la obra son escasas e incoherentes. Estos disparates
cronológicos no afectan a la progresión regular del relato que percibe el
lector: el período que abarca la historia comienza con la locura del
protagonista y acaba, poco tiempo después, con su muerte.
5.3.6. Personajes
Los numerosos
personajes que pueblan las páginas del Quijote
pertenecen a todas las categorías sociales, desde las más altas a las más
humildes.
Uno de los grandes
valores de la novela de Cervantes es la creación de la pareja protagonista. Los
protagonistas, don Quijote y Sancho, son dos figuras distintas y
complementarias, que llegan a hacerse amigos gracias al diálogo. Juntos
recorren los caminos y se influyen mutuamente: sus caracteres se van
modificando por el hablar y el hacer de cada uno. Sus relaciones cambian: de la
autoridad de don Quijote y la obediencia de Sancho, a la crítica y el
enfrentamiento; pero los unen, como en la vida, la amistad y la lealtad.
a) Don Quijote
El personaje es
descrito como alto y delgado, viejo, colérico, culto y gran lector, soltero,
solitario, valiente e impulsivo. Hidalgo rural y pobre, su locura lo lleva a
convertirse en caballero.
El tema de la locura es central en la obra, ya que
constituye la base del conflicto permanente entre el héroe y la realidad que se
le presenta. Quiere y cree ser caballero andante, pero sabe que finge (“Yo sé quién soy”, dirá). La locura de
don Quijote está limitada al mundo de lo caballeresco; en los momentos en que
no aparece este tema, el protagonista es admirablemente cuerdo, generoso,
culto, tolerante y mesurado, como reconocen muchos de los que le tratan. En
este sentido, se podría decir que don Quijote vive en cuatro “mundos” que
aparecen relacionados por la estructura novelesca paródica:
- Un mundo voluntario: al volverse loco, el
hidalgo rompe con una personalidad a la que le condenaban las circunstancias,
su tiempo y su espacio. Por medio de la locura, se escapa de su realidad
cotidiana. Ahora puede buscar una nueva personalidad, a través de la imitación
de los modelos que admira, de ahí el nuevo nombre, que significa para él una
nueva identidad y una nueva vida.
- Un mundo transformado: el mundo voluntario
de don Quijote hace que este transforme la realidad que le rodea: ve gigantes
donde hay molinos, ejércitos donde hay rebaños, etc.
- Un mundo fingido: una serie de personajes
“siguen la corriente” a don Quijote, aparentan creer que el mundo transformado
es el real. Unos lo hacen para reírse de él (el ventero, los condes…) otros
para intentar curarlo (el bachiller Sansón Carrasco, el cura…).
- El mundo “real”, el objetivo, del que don
Quijote huye a toda costa.
b) Sancho
Representa al
hombre llano, con una enorme sabiduría popular, práctico y materialista. Es lo
opuesto a su amo: bajo y barrigudo, prudente, analfabeto, casado y pacífico.
Acepta servir a don Quijote por su simpleza y por la recompensa prometida de
una ínsula. El personaje, síntesis del tonto de la tradición folclórica, del
bobo del teatro y parodia del escudero de las narraciones caballerescas, se
transforma durante la narración en un
ser complejo, independiente, que duda y cree, miente y es engañado, ríe y
llora, se muestra discreto y tonto; pero es siempre bueno y compasivo.
5.3.7. La narración y los narradores del Quijote
En la novela
cervantina se distinguen un narrador básico o principal, distintos autores
ficticios y varios narradores-personajes:
a) Narrador principal: Cuenta desde un
nivel superior y externo a la historia, es omnisciente y, en ocasiones, usa la
primera persona para designarse a sí mismo como responsable directo de lo
narrado.
b) Autores ficticios: El narrador interrumpe el relato en
un momento clave de un episodio ¾en plena pelea con un vizcaíno¾ y dice que aquí se
acaba el documento que le servía de base. Pero entonces, el narrador principal
explica que, casualmente, ha encontrado el texto original en árabe, de un tal
Cide Hamete Benengeli, y se lo hace traducir por un morisco aljamiado (que
habla castellano) con lo que puede continuar la narración. Todo esto constituye
una parodia de los pseudoautores y traductores que aparecían en las novelas de
caballerías. Este artificio permite a Cervantes un alejamiento irónico, ya que
puede comentar su propia obra.
c) Narradores-personajes: El narrador
principal cede la palabra a los personajes que cuentan relatos de distinto tipo
en los que desempeñan diferentes funciones. En las historias intercaladas hay
narradores-personajes que son simples testigos, otros que participan en las
historias contadas y algunos son sus protagonistas.
5.3.8. Lenguaje y estilo
El lenguaje del Quijote es un acabado resumen de la
variedad de estilos típica del Renacimiento. En él se combina el estilo elevado
con el propio de la parodia burlesca, el habla culta con la popular ¾conformes ambas con
la condición social de los personajes¾, las disquisiciones eruditas con
los refranes y dichos de profundo saber popular, etc. Su dominio del castellano
fue portentoso: utiliza en sus obras más de doce mil palabras distintas,
aspecto relevante, ya que una persona culta puede utilizar entre cinco y seis
mil.
La pluralidad de
los mundos que refleja El Quijote tiene su reflejo en la variedad de los
registros lingüísticos:
- Registro del narrador (Cervantes), que corresponde a
la prosa culta de finales del XVI y principios del XVII, pero sin afectaciones
ni oscuridades innecesarias.
- Registro de los protagonistas, manifestado a
través de los diálogos:
o
Don Quijote muestra dos
estilos diferentes: el que corresponde a la imitación de los modelos
caballerescos y el que corresponde al mundo real en el que se mueve. Cuando don
Quijote se refiere a asuntos de caballerías utiliza un estilo anacrónico, lleno
de expresiones arcaicas; sin embargo, cuando no se trata de asuntos de
caballeros, don Quijote muestra en su lenguaje tanta precisión como juicio en
sus razonamientos. Así, corrige con frecuencia no sólo a Sancho, sino a otros
personajes que hacen un uso incorrecto del castellano.
o
Sancho muestra un estilo
muy distinto de su señor, como corresponde a su diferente educación y posición
social. El habla de Sancho reproduce el vocabulario, los giros y expresiones
propios de un rústico, así como la riqueza de sentencias manifestada en el
constante empleo de refranes que llega a abrumar a don Quijote.
- Registro de los demás personajes: cada uno de ellos
nos indica por medio de sus palabras su nivel cultural, su estado de ánimo, su
personalidad. En definitiva, los personajes del Quijote quedan perfectamente
individualizados por su forma de hablar.
Es significativa
dentro de la obra la presencia de recursos
de la tradición oral: la dualidad de los narradores, la ambivalencia del
léxico, las sonoridades y los ritmos, el uso de deícticos y el recurso al
apóstrofe, la proyección del gesto o de la imagen, la dramatización del
retrato, los juegos equívocos de la primera persona, la atención a las
inflexiones de la voz, las técnicas de puesta en escena, los incisos del
narrador…
Cervantes
contribuye con todo ello a gestar un nuevo lector
entendido y cómplice, a quien dirige prólogos y preliminares que reclaman
su connivencia, que se deja llevar, pero no engañar, por tantos embaucadores
cervantinos maestros en el arte de hablar ¾Cide Hamete Benengeli, el ficticio y
burlón narrador arábigo que, supuestamente, escribe casi toda la novela¾. Estamos ya ante
la creación del lector moderno: un lector escéptico que erigirá la duda en
sistema.
5.3.9. Propósito de la novela
El propósito del Quijote es la parodia de los libros de
caballerías, y como libro casi exclusivamente cómico fue leído durante los
siglos XVII y XVIII. Sin embargo, desde el Romanticismo se interpreta la novela
como la defensa de un ideal en un mundo en el que los grandes ideales han
perdido su sentido.
El Quijote es también un libro de crítica y
teoría literaria: no sólo los personajes hablan constantemente de literatura,
sino que el conjunto de la obra es en sí mismo un ejercicio de experimentación
literaria; en ella se encuentran relatos de todo tipo (pastoriles, moriscos,
cortesanos…), poemas, diálogos, etc. Además, la novela cervantina retrata bastante
fielmente la vida española de su tiempo: por sus páginas desfilan grandes
nobles poseedores de títulos; hidalgos que desean recuperar una posición social
digna, labradores ricos o míseros labriegos, criados, curas, cabreros, presos,
moriscos, etc.
6.
EL TEATRO RENACENTISTA
6.1. Primera mitad del siglo XVI
Lucas Fernández fue discípulo de Juan del Encina y
escribió varios dramas muy próximos todavía al teatro medieval, como es el caso
de su Auto de la Pasión.
Gil Vicente fue un escritor portugués que escribió
también en castellano. En su producción alternan las obras religiosas (Trilogía de las Barcas, Auto de la Sibila
Casandra) con las profanas (Don
Duardos). Características del teatro de Gil Vicente son la sátira de los
eclesiásticos, la incorporación de elementos
folclóricos y la gran calidad de los poemas y canciones que se incluyen en sus
dramas.
Bartolomé de Torres Naharro
debe a su estancia en Italia el buen conocimiento del teatro clásico y el
renacentista. Dividió sus comedias en dos tipos: las comedias a noticia y las comedias
a fantasía. Las comedias a noticia (Soldadesca
y Tinellaria) tienen un carácter
realista y en las comedias a fantasía (Serafina
e Himenea) se deja vía libre a la
imaginación. Rasgos generales de su teatro son la variedad de tipos y clases
sociales, su dominio del diálogo y de las técnicas dramáticas, su vitalismo y
el fuerte anticlericalismo.
6.2. Segunda mitad del siglo XVI:
Se
produce la consolidación del teatro, pero desaparecen de las obras los
contenidos satíricos por la presión que ejercía la censura de la Inquisición.
En
esta segunda mitad conviven muchos tipos de teatro. Junto al teatro religioso y
profano, que se representaba en las iglesias, palacios o en la calle en
determinadas fiestas religiosas, se desarrolla a lo largo del siglo XVI un
teatro popular, representado de forma rudimentaria en los pueblos o puesto en
escena en los corrales de comedias que van surgiendo en las ciudades más
importantes.
Dentro
de este teatro sobresale la figura de Lope
de Rueda. Actor, director de escena y autor al mismo tiempo, escribió
muchas comedias en prosa al modo italiano, pero introdujo muchas novedades,
como la utilización de numerosos elementos cómicos para adaptar la comedia
culta italiana al ambiente popular en que se representaban las obras. Muy
conocido son sus pasos, breves piezas cómicas representadas en los entreactos de
las comedias, cuyo éxito popular se debe a su cercanía al folclore. Los pasos
de Lope de Rueda darán lugar a los entremeses, caracterizados por su brevedad,
su comicidad y el dominio del lenguaje.
En
el florecimiento del teatro español que lleva hasta Lope de Vega y los
dramaturgos del XVII tuvo gran importancia la actividad teatral en Sevilla y
Valencia a fines del siglo XVI. Los autores valencianos incorporaron a sus
obras muchos elementos (asuntos de la historia nacional, temas locales, tono
costumbrista, aproximación al gusto popular…) que después aprovechó Lope de
Vega. Otros autores como el mismo Cervantes o Juan de la Cueva también contribuyeron al auge del teatro.
ACTIVIDAD nº1
LEVI´S Y EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
En 2005 la marca de vaqueros Levi´s lanzó una campaña de San Valentín para promocionar su modelo 501. Esta campaña estaba diseñada alrededor de un pasaje de la obra El sueño de una noche de verano. El anuncio titulado Midsummer fue dirigido por Noam Murro y llevaba la extraordinaria música de Mendelssohn, todo con una puesta en escena que trasladaba la acción al moderno Los Ángeles en un contexto de pandillas de barrio y el amor. Protagonizan el anuncio Joshua Alba y Amanda Sudano.
En el anuncio, el protagonista es increpado por una pandilla callejera por el estilo de sus pantalones. Él, impasible, manifiesta en lenguaje clásico ante la cámara sus pensamientos, que representan valores como la seguridad, inconformismo, originalidad y atrevimiento. Finalmente la protagonista le cuenta que se ha quedado prendada de él.
El anuncio dio bastante que hablar y tuvo sus defensores y detractores por utilizar un fragmento de una obra de Shakespeare. El fragmento corresponde al momento en que Bottom se convierte en asno y Titania se enamora de él.
Los defensores señalaban que posiblemente hubiera gente que se acercaría a la obra gracias al anuncio y sus detractores que era una lástima que nadie tuviese que recurrir a Shakespeare para vender unos pantalones. En fin, este es el anuncio y más abajo el texto de la escena:
Fragmento versionado por Levi´s:
Chico Guapo Piensa : Advierto su vileza. Quieren que quede como un asno
Chico Malo Dice : Pandero
Chico Guapo Piensa : Para asustarme si pueden
Chico Malo Dice : Estais cambiado, ¿ qué veo en vos ?
Chico Guapo Piensa : Pero de aqui no me movere — – Chico Guapo Dice : Que es lo que veis, veis vuestra cara de asno, no?– –Chico Guapo Piensa : De un lado a otro caminare y cantare
Chica Guapa Dice : ¿Que angel me alzo de mi lecho de flores ?
Chico Guapo Piensa : Que no les temo demostrare
Chica guapa dice : Os lo suplico gentil mortal, cantad. Prendado esta mi oido de vuestro sonido, tan conmovido esta mi ojos por vuestras formas …. que os amo.
Fragmento de la obra:
Bottom: Ya entiendo su artimaña. Querrían convertirme en un borrico y asustarme si pudieran. Pero, hagan lo que hicieren, no he de moverme de aquí. Me pasearé de arriba abajo y cantaré para que me oigan y sepan que no tengo miedo. (Canta.)
El mirlo de negro color
con pico anaranjado oscuro,
el tordo, con su acento puro,
el reyezuelo volador…
Titania: (Despertando). ¿Qué ángel me despierta en mi lecho de flores?
Bottom: … la alondra, el pardillo, el pinzón,
el cuco gris, de simples cantos,
que, entre los hombres, oyen tantos
sin arriesgar contestación…
Titania: Ruégote, gentil mortal, que cantes de nuevo. Tu melodía ha cautivado mi oído, así como tu forma ha encantado mi vista. Y la fuerza de tu fascinación me mueve a la primera mirada a decirte, a jurarte que te amo.
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